“Estoy cansado y me quiero ir a mi casa después de trabajar”: Así justifica maltrato a pasajera un chofer del 3A

En el día de ayer, lunes 4, como es habitual, por razones laborales, una joven fue a tomar el colectivo 3A para llegar a su domicilio, en la parada frente al Penal de Villa Las Rosas. Eran las 23:50 hs. aproximadamente cuando el maltrato arrancó.

Con las agravantes del horario y por ser feriado, conseguir un colectivo fue una odisea. A las 23:20 hs. más o menos paró un colectivo y el chofer le informó que cerraba el recorrido, por lo cual siguió de largo.

Esperó a que llegara otro transporte, después de varios minutos, la damnificada hizo la seña habitual y pudo subirse con total normalidad. El problema inició cuando al llegar a la Av. Independencia (el control), el chofer le informa que el cerraba recorrido y que debía bajarse.

Ante este escenario, se entabló una discusión en la cual la pasajera le dijo “de ninguna manera me voy a bajar ya que en ningún momento me informó que no seguía con el recorrido normal y además la unidad venia con las luces prendidas“. El chofer se violentó de tal manera que levantó la voz diciéndole “es sentido común, debería haber sabido que guardaba la unidad“, añadiendo “estoy cansado me quiero ir a mi casa después de trabajar“. A lo que la pasajera respondió “seguramente yo no vengo de trabajar y me gusta estar en este colectivo a estas horas de la noche”. La situación se tornó aún más violenta cuando el chofer siguió exigiendo que bajara del colectivo. Sin embargo, la usuaria no descendió hasta que llegó otra unidad. Un viaje que normalmente exige una hora, se extendió mínimo una hora más.

Hay personas que no saben de sus derechos y como deben reclamar ante este tipo de atropellos. La pasajera en cuestión le manifestó que si la dejaba en ese lugar sola y a esa hora lo denunciaría por abandono de persona, delito previsto en el art. 106 del Código Penal de la Nación que ” reprime a quien pusiere en peligro la vida o la salud de otro, sea colocándolo en situación de desamparo, sea abandonando a su suerte a una persona incapaz de valerse y a la que deba mantener o cuidar o a la que el mismo autor haya incapacitado”. Este hecho se encuadra perfectamente en el articulado del código ya que la pasajera si accedía a bajarse del colectivo, se ponía en riesgo porque la zona en que se encontraba no es conocida por ella, es de poco tránsito e iluminación, lo cual la hacia “presa de los cazadores”.

Este hecho permite visibilizar muchas más situaciones de este tipo. Violencia, maltrato, indefensión, peligro, miedo, angustia, impotencia, sensaciones provocadas no solo por un chófer, sino un hombre que no respeta a sus semejantes. Cuantas veces los trabajadores del transporte público han reclamado por seguridad y la ciudadanía los ha acompañado. Habría que preguntarse si de esa manera tratarían a sus madres, a sus hijas, a sus parejas o a sus amigas.

Este también es un llamado de atención a las autoridades para que tomen cartas en el asunto, estos maltratos no pueden tolerarse, la pasajera no busca venganza simplemente que el conductor del 3A entienda que trata con personas y que debe tener un mínimo de respeto y humanidad. Suponiendo que se trataba de otro usuario, y no hubiera sabido de sus derechos, hoy tendríamos un número más en la estadística de inseguridad.

De atropellos estamos cansadas las mujeres, a los hombres prepotentes les decimos Basta!!!. Nos acercamos al 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Cansadas de consignas vacías, necesitamos de un cambio, necesitamos que nos respeten.

 

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